Lo más artístico para quemar un CD es el microondas. Y no aplicamos el término quemar referido a grabar, como habitualmente se emplea al hablar de un disco compacto, sino en el sentido más usual de la palabra, el de consumir con fuego…
Nunca me había preguntado que pasaría al meter un disco en el microondas e intentar calentarlo como si de palomitas se tratara, pero después de ver estas imágenes parece que es todo un espectáculo, con el que conseguir unas fotos tan fabulosas como éstas. Eso sí, en vista de cómo ha quedado el horno por dentro, casi mejor que no lo intentéis en casa, o de lo contrario ya podéis ir preparando el kit de limpieza. (Y vaselina, por si tus viejos se enteran)